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jueves, 16 de abril de 2015

Texto "Ahí sigue, después de tanto tiempo"

Comentario a “Ahí sigue, después de tanto tiempo” de Carlos Boyero.
            Este texto presenta una doble modalidad textual, comienza con una exposición ya que nos facilita una información que luego utiliza para ofrecer su opinión sobre lo que supone el cine en su vida. Estamos por tanto ante un texto expositivo-argumentativo. Veamos sus características.
            En la parte expositiva presenta el emisor un enfoque objetivo a través de oraciones enunciativas: “Se apellidaban Lumière”, con verbos en 3ª persona: “se sintieron”, sintagmas nominales que proporcionan datos: “1400 películas” o adjetivos especificativos: “fábrica familiar”. Todo ello marca distancia entre la información y el emisor por lo que el punto de vista en el texto es objetivo. Por eso la función lingüística que predomina en el primer párrafo es representativa o referencial: informar sobre el nacimiento del cine.
Sin embargo, ya en esta primera parte del texto surgen elementos lingüísticos que ofrecen un punto de vista subjetivo. Así tenemos la 1ª persona del plural “les recordaremos” o más adelante del singular “Yo (…) no he conocido” y un lenguaje connotativo basado en adjetivos explicativos: “grandiosa exposición”, “hermanos visionarios”, “creadores geniales”, “descubrimientos más gozosos” o sustantivos con valor metafórico “llenos de luz”, con lo que la función pasa a ser expresiva: “Qué gusto debe dar vivir bien en París”. Todas estas características lingüísticas pertenecen a una modalidad argumentativa, como son también el predominio de los sustantivos abstractos (propio de textos en los que prevalecen las ideas): “plenitud”, “la poesía, la épica, la comicidad, la imaginación, el miedo, el amor, la tragedia”…., y sustantivos patronímicos para poder ejemplificar sus argumentos: “Méliès, Keaton, Chaplin, Lubitsch…”.
Los verbos están utilizados en pasado en la parte expositiva para referirse a realidades de hace 120 años: “congregaron” o “fueron”, y en la parte argumentativa en presente y en futuro: “debe dar”, “identificamos”, “dispongo”, “estará” u “ocurrirá”, de indicativo y con una significado léxico de estado o proceso.
El registro es estándar, con expresiones que, sin llegar a ser coloquiales, (alguna como “practicar esa cosa”) son ajenas al nivel culto de la lengua “Solo lo podría comparar al amor correspondido. Con la diferencia, de que este, antes o después, puede acabarse y el cine siempre estará ahí.” Es un texto cuyo contenido se entiende perfectamente, con un lenguaje conocido sin tecnicismos ni cultismos. Otro ejemplo del nivel estándar es el uso excesivo de oraciones coordinadas: “Y nueve meses después…”, “Y cuenta la historia…”, “Y les homenajea…”, “Y, por supuesto,…”, “Y no sabemos…”, “Y en formatos…” o “Y debe de ser…”. Si hubiera buscado el nivel culto, el texto estaría lleno de subordinadas causales, consecutivas, concesivas… Encontramos alguna por supuesto (“aunque se suponga”) o figuras literarias, como enumeraciones o una metáfora, pero no son definitivas.