El texto de
Juan Manuel de Prada tiene como finalidad comunicativa transmitir como emisor
las ideas que él tiene a un público receptor (los lectores del artículo) acerca
de cómo nace en un escritor su vocación. Es por ello que el enfoque del texto
presenta una fuerte subjetividad marcada por el uso de la primera persona en
determinantes posesivos “mi vocación”, pronombres personales “me quedé”, o
verbos “espero morir”, “tengo memoria”, así como de palabras connotativas “la
lectura fue la llave” y valorativas “una pasión…caótica, informe
y sin desbastar”.
La función
predominante en el texto, por lo tanto, es la expresiva dado ese carácter
subjetivo. Pero también encontramos la función poética, dado que cuida el
mensaje con recursos estilísticos como metáforas referidas a la literatura y los libros
(“la literatura es una casa con muchas puertas”, “bosque de libros”…) y algunas
antítesis como ”el oro y la ganga” ( y que a su vez son metáforas) o
“imprescindibles y fútiles”.
La modalidad
textual de este escrito no está muy clara. Diríamos que es expositivo-argumentativo,
aunque echamos de menos una intención más clara de persuadir o convencer al lector de sus ideas sobre la vocación literaria.
Además no encontramos las marcas lingüísticas propias de la argumentación, así
como tampoco la presencia de la función apelativa del lenguaje (2ª persona,
imperativos o subjuntivos…) La estructura de las ideas se acerca a la
expositiva-argumentativa (propia de un artículo de opinión, de un ensayo o
incluso un libro de memorias), de tipo deductivo ya que el autor presenta
en el primer párrafo una tesis o idea principal y luego trata de probarla a
través de un argumento de la experiencia (la narración de su propia vocación). Sin
embargo se aleja del texto expositivo en cuanto aparece la presencia de la
primera persona y la ausencia de objetividad. Las características lingüísticas
que luego analizaremos (verbos, sustantivos, adjetivos, su sintaxis…) nos
ayudan a clasificar el texto como un artículo subjetivo, en el que
el autor hilvana ideas sobre si el escritor nace o se hace, lo que para él
significa la literatura y cómo entiende él su legado.
Dado el carácter
conceptual del texto, morfológicamente destaca el predominio de las formas
nominales. Los sustantivos son principalmente abstractos y generalizadores en
el primer párrafo, que es donde presenta la tesis: vocación, circunstancias… y de carácter concreto en la argumentación a
través de sus experiencias biográficas: mi abuelo, la escuela, la prensa… En
cualquier caso, predominan los sustantivos abstractos sobre los concretos: la
hospitalidad, la lectura, la infancia… En la adjetivación, predominan los
adjetivos pospuestos al sustantivo con valor especificativo:, biblioteca
municipal, sala infantil, vocación literaria… En cuanto a los verbos, aparecen
el presente, con valor atemporal en la tesis (el escritor es escritor desde que
nace), y el pretérito perfecto simple y pretérito imperfecto en la
argumentación autobiográfica, donde se narran hechos del pasado “me enseñó a
leer”, “él hojeaba la prensa” o se realiza un bosquejo –una imprecisa
descripción intelectual del abuelo- con
el imperfecto de indicativo ”no era un
hombre leído”. Respecto a las personas verbales, nos encontramos con la tercera
persona en la tesis “es un don” y aparecen determinantes posesivos en primera
persona del plural para implicar al lector: “está inscrita en nuestros genes”
así como la primera y la tercera persona en los siguientes párrafos donde
ejemplifica con su propia experiencia biográfica: “me dejaba en la sala
infantil”. Además el uso de la pasiva refleja “la vocación literaria no se produce”
es propio de los textos expositivos-argumentativos.
Sintácticamente
predominan las oraciones largas y compuestas (las analizaremos más adelante,
según avance el curso)
En el
plano léxico-semántico, el vocabulario pertenece al nivel culto de la lengua (decanta,
concatenación, catalizador, atestada, eclecticismo…), aunque aparecen también
algunas expresiones cercanas al nivel coloquial, adecuada a los textos
periodísticos que intentan hacer más comprensible la lectura (“hace oídos
sordos…). En el significado, predominan, como decíamos antes, las connotaciones
“recinto, inquilinos, morada, casa, habitación…”, todas con el matiz positivo
que conlleva los conceptos de libertad y hogar.