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martes, 7 de octubre de 2014

COMENTARIO LINGÜÍSTICO TEXTO B JUNIO 2013

Tema: El descubrimiento de las letras y de la literatura.

El texto presenta un enfoque subjetivo porque, aunque la mayoría de las oraciones son enunciativas, más propias de textos objetivos, se percibe la subjetividad en el uso de la 1ª persona, “me negaba a leer”, de adjetivos y expresiones valorativos, “éramos muy pobres” y de un léxico connotativo en algunos casos, como “santuario”. El emisor es el elemento primordial de esta comunicación, de ahí que predomine la función expresiva o emotiva ya que transmite la emoción ante las primeras letras y el contacto con los libros. Lo vemos en el uso de esa 1ª persona y de un léxico vinculado a estos sentimientos: “avergonzada torpeza”, “me impresionó”, “abandonar el esfuerzo”, “impaciencia”… También podemos encontrar la finalidad de informarnos sobre sus primeros pasos en la lectura, es decir, aparece la función referencial o representativa. Por ello utiliza las oraciones enunciativas “Una tarde dijo que me llevaría a la biblioteca pública”. Por último se deja ver un atisbo de la función metalingüística al explicar el código de la lengua castellana, “por eso a la ‘m’ le decía ‘mmm’, no ‘eme’”. Es un texto narrativo, con un narrador protagonista (de ahí la subjetividad que hemos señalado), unos personajes (niño, los padres, la maestra doña María y la bibliotecaria) y sobre todo unos hechos expresados a través de verbos de movimiento en Pretérito Perfecto Simple: “enseñó”, “mostré”, y en Pretérito Imperfecto: “vivíamos”, “se ingresaba”, “mostraban”, con referencia a lugares (con topónimos como  “Córdoba” o con nombres comunes “galería cubierta por un techo de cinc”, “ventanas de cristal”, “pisos de mosaicos” y tiempos “entre los 6 y los 14 años”. Encontramos también la modalidad textual descriptiva de la madre –una breve etopeya- y de la biblioteca con predominio del SN, como “el escritorio de la señorita Britos” y abundante adjetivación: “tapizadas”, “enjoyadas”, “grandes” o “brillante”. Llama la atención la ausencia de la categoría verbal en este fragmento del tercer párrafo en el que nos dibuja la biblioteca de forma impresionista, desde “Paredes tapizadas…" hasta "Y el escritorio de la señorita Britos”. Dentro de los rasgos lingüísticos que utiliza, destaca el uso de un lenguaje sencillo, dentro del nivel estándar de la lengua, fundamentalmente denotativo: "escuela", "cuaderno", "mesas", "revistas"…, aunque ya hemos señalado alguna expresión connotativa: “devoré”, “enjoyados” o “santuario”. Este nivel estándar está salpicado de alguna expresión de nivel culto: “vincularme con la lectura”, ”hasta que recalé”, “cerciorarme de mis proyectos” o "doña María" y  con algún tecnicismo “mesas de dos aguas”; pero también leemos un vulgarismo, un laísmo “no la asustaba” que podríamos entender como un rasgo dialectal del argentino al igual que “recién” o “jardín de infantes”.

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